Género: drama
Rating: K+
Resumen: Porque estaba atrás, siempre atrás y nadie parecía lograr vislumbrar que en realidad era siempre el único que estaba al frente.
Notas: Para el cumpleaños de Gustav. En el grupo de autores de fanfics.
Tuvo que sobornar
al guardaespaldas para que hiciera la vista gorda. Tomó pues, el manojo de
llaves que David dejaba sobre su escritorio y el auto que quedaba estacionado
en su lugar reservado.
No le gustaba
"robar" porque no debería tener la necesidad de hacerlo, pero tampoco
le causaba ningún inconveniente; no era la primera vez que hurtaba, y pensaba
que probablemente tampoco sería la última. Pensaba regresar la llave de
cualquier forma (aunque no estaba seguro del auto).
Condujo hasta el
centro, porque era justo el sitio al que le habían prohibido ir.
Gustav no estaba
para prohibiciones, no.
Los chicos lo
estaban esperando, con grandes sonrisas burlonas y dejes de preocupación en las
miradas; todos se habían escapado, todos se escapaban siempre, porque "las
malas compañías" eran siempre las mejores y las más prohibidas. Porque
todos estaban ahí cuando el staff completo fue a buscar a Gustav la noche de
hace tres días atrás, y Gustav estaba tan perdido como todos los demás, así que
tuvieron que regresarlo a "casa" arrastrando.
Se tomó el ponche
rojo que le extendieron nada más verlo bajar del auto, de un solo trago que le
supo gloriosamente amargo.
Se sintió en las
nubes entonces, y prendió el cigarrillo blanco que sacó de la bolsa interna de
su chaqueta.
No era correcto,
quizá, pero probablemente no le importaba. Porque estaba atrás, siempre atrás y
nadie parecía lograr vislumbrar que en realidad era siempre el único que estaba
al frente.
I stole a Key,
took a car downtown
where the lost boys
meet;
and took what what
they offered me,
to set me free…
El concierto
comenzó y David seguía molesto, porque alguien había rayado su auto pero nadie
sabía nada.
No había entrado
en él, sino sabría que los asientos traseros olían a vomito. Y a sudor.
Las luces se
apagaron, toda la iluminación se centró en el frente, donde la audiencia
demente podía apreciar a Tom y Georg, Bill emergiendo del suelo con toda su
gloria.
Todo estaba
oscuro cuando comenzó a tocar; porque siempre debía ser invisible. Miraba todo
desde atrás, donde podía apreciar perfectamente cada rasgo, perfección o
desperfecto. Donde no podían comenzar si él no se movía.
Sonrió y pensó
que el resto de los mortales podían ser bastante inútiles, y qué agradable
saber que le habían mandado por compañía a un par que eran funcionales.
Los chicos del
centro no podían hacer nada útil por él.
I saw the lights go
down,
at the end of the
scene;
I saw the lights go
down,
and they're standing
in front of me...
Gustav soñó con
monstruos obsesos aquella noche y abrió los ojos sin alterarse, porque no era
tan inusual.
Hacía un tiempo
que había olvidado sus emociones parcialmente, no podía temer por un sueño.
Tampoco podía
temer por un corazón roto; sin embargo lloró un poco por dentro.
Lloró un poco por
dentro porque aún podía sentirse vivo y eso estaba bien. Y si la música le
acompañaba estaba mejor.
Porque no podía
hacer siempre lo que quería, pero tampoco había alguien capaz de impedirle su
voluntad.
Quizá el corazón
se le había endurecido, aunque de ser así, no habría respondido el beso de
aquel chico que le saltó encima en el aeropuerto.
My scarecrow dreams,
when they smashed my
heart into smithereens.
I'll be a bright red
rose
combustin the
concrete.
Be a carton heart...
Las luces
volvieron y sintió el fuego tan cerca que le ardió la piel; un calambre
extendiéndose por su pierna no fue capaz de detenerlo y sintió que explotaría.
Como cuando
enciendes un cigarrillo; uno tras otro, tras otro y todo se llena de pequeñas
combustiones que se pueden convertir en un incendio si sabes colocarlas.
Gustav era un
incendio. Era esa sucesión de pequeñas combustiones que no ceden.
Con la adrenalina
en el cuerpo y las explosiones en la cabeza, los sonidos se volvieron más
fuertes hasta que se esparcieron como si se negaran a estar juntos. La música
se dividió y mientras a todos les parecía que se fusionaban, Gustav estaba
seguro de que tomaban distancia.
Quería correr y
gritar, enloquecer; pero tenía el control. Todo el control.
light a fire,
light a spark;
light a fire,
a flame in my heart.
We'll run wild.
We'll be glowing in
the dark...
Le causaba una
diversión interminable cuando sus amigos en turno terminaban
"necesitados" de él. Si Gustav se acostaba con ellos era porque
resultaba terriblemente fácil.
Las drogas los
hacían ver luces, y todas giraban brillando alrededor de su rubia cabellera.
Para ellos era lo
mismo saltar de un edificio que hacer el amor por intervalos que parecían
interminables.
Y como en una
montaña rusa, Gustav sentía el vértigo, pero cada vez que dejaba los intestinos
arriba, sabía que volvería por ellos en algún punto de la segunda vuelta.
Podía hacer que
los errores se convirtieran en un carrusel, y se divertía mirando girar a los
caballos en círculos interminables. Estaban atados y aun así parecían
desbocarse por momentos, como si fuera imposible controlarlos.
All the boys,
all the girls,
all the madness in the
world;
all the madness that
occurs.
All the highs,
all the lows,
as the room is
spinning, oh
We’ll run wild…
Era un dedo lo
que necesitaba. Lo colocaba sobre su boca y el silencio se hacía presente,
imponía su voluntad.
Un millón de enardecida
concurrencia se quedaba callada cuando él lo ordenaba, y entonces sabía que no
estaba atrás, sino al frente.
No importaba
quién estuviera en la luz, no, porque era él quien brillaba.
Is everybody up there?
Y sonrió, se
inclinó y divisó a tres chicas en la segunda fila.
Estaban todos ahí
para él, no importaba cuán oscuro pudiera lucir, si Gustav lograba controlar
multitudes con un gesto y divertirse a la noche con quien le placiera.
No sabía si ahora
tenía el corazón acartonado, pero le gustaba pensar que era sólo el hecho de
vivir una vida simple.
Porque el ponche
rojo no dejaba de ser amargo, los cigarrillos falsos y sus sonrisas engañosas.
Los silencios no
eran mentiras, pero tampoco revelaban verdades. Y las penumbras simplemente
servían para hacerlo resaltar desde atrás.
So we saw...
an inocent liar.
We'll be glowing in
the dark.
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