sábado, 18 de mayo de 2013

Drugs. {The Avengers}

Pairing: Thor/Steve
Categoría: slash
Género:  humor
Rating: M+18
Resumen:Las drogas no son malas para el cuerpo, sólo son un poco de drogas, nada que no puedas tolerar, nada que no puedas digerir y, por la mañana, nada que no pueda quedar en el pasado.
Notas:Para Diana. Hace tiempo que le debía un Thor/Capi y esta mañana estaba viendo Avengers y, ¡bum! Me puse a escribirlo mientras escuchaba a Placebo y salió esta incoherencia. No consuman drogas. Espero que te guste, Diana, lo hice con amor.



Las drogas no son buenas para el cuerpo. No ha largo plazo, le dice Tony, a corto plazo no pueden causar absolutamente nada relevante, vamos, sólo son unas pocas drogas y tú un humano subdesarrollado. Las drogas no son nada, ¿qué problema podrían ser para un dios?, el hijo de Odín no podría sucumbir así como así a las drogas, tendrías que ponerle muchas en su cerveza, sino, ¿dónde está la diversión? Las drogas no son malas para el cuerpo, sólo son un poco de drogas, nada que no puedas tolerar, nada que no puedas digerir y, por la mañana, nada que no pueda quedar en el pasado. Las drogas no son malas para el cuerpo, por el contrario, puedes sentirlo, sí, recorren tu sistema con un calor abrumador, con una calidez pesada que se asienta en tu estómago, más abajo, un poco hacia el vientre; puedes sentirlas, hormiguean en tus manos y hacen temblar tus piernas. Las drogas no son malas, te hacen sentir fenomenal. En cambio, a él le hacen sentir el cuerpo pesado, y mientras tú estás rebosante de energía, él está cansado, tiene sueño, quiere irse, ¿por qué? Hay tantas luces justo ahora, ¿se siente así cuando viajas por el bifrost? Aquí eres sólo otro humano que consumió mucha, demasiada cerveza, allá eres un Dios, aquí estás drogado, quieres dormir, te sientes pesado, y él baila de la forma más ridícula que jamás viste, te quieres reír pero te palpita la cabeza, la sangre va demasiado rápido por todo tu cuerpo, ¿dónde se fue Tony? ¿Dónde están todos los demás? ¿Por qué él sigue bailando? Deberían prohibirle bailar, está loco, desquiciado y ya ni siquiera trae camisa, ¿qué le pasó a su moral? Las drogas no son malas, te hacen el sueño pesado, podrías dormir por siempre y, ¿mundo? ¿Cuál mundo? Tu mente está caliente, tu cuerpo está caliente; el dolor de cabeza se transformó en gelatina y tu cerebro se escurre por tus orejas hacia afuera, te acaban de tostar, ¿quién puso drogas en tu cerveza? Y cuando menos te lo esperas, estás en una cama, no sabes cómo llegaste, no sabes qué hora es, no sabes dónde estás ni con quién, sólo sabes que podrías dormir por siempre pero él sigue bailando alrededor, está desnudo tal vez, tal vez en ropa interior, pero tu cuerpo se siente caliente todavía y, ¿por qué no estás desnudo tú también? La ropa te quema, te raspa, te estorba y es más pesada que la armadura que solías usar a diario. “Hey”, le dices, o por lo menos lo intentas o crees que lo hiciste, en realidad no estás seguro de qué sonido salió de tu boca, pero no importa porque él se acerca y de pronto está echado a un lado, sonriendo como un idiota, luciendo como un idiota, tan rubio, tan humano, y hace calor, la droga se diluye en tu sistema y comienzas a sudar, las manos entumidas, la lengua hinchada; antes de terminar de balbucear “hace calor” ya lo tienes encima, la ropa fuera, vuela como si tuviera alas. ¿Qué hacen los humanos que pueden corromper hasta a los dioses? La cama gira y él brinca y de pronto ya no te parece que baile tan mal, pero no puedes estar seguro de nada salvo de que lo disfrutas, porque no puedes verlo, sólo lo siente, de adelante hacia atrás y el calor se disuelve, algo parecido a la adrenalina recorre tus venas de golpe y gruñes, gruñes como si estuvieras en pleno Ragnarok a punto de ser asesinado, empujas hacia arriba y lo escuchas jadear ahogado, te arde el pecho y sabes que hay sangre y empujas de nuevo hacia arriba, el calor se esparce y extiendes las manos para tocarle, pero de pronto ya no es un simple humano y te golpea con fuerza, la suficiente para que puedas sentirlo, justo en tu mejilla izquierda, te golpea de nuevo y una vez más y en lugar de detenerlo te sostienes del colchón, te impulsas con los codos y arremetes con más fuerza hasta que él está llorando de nuevo, gimiendo y pidiendo por más aunque sabe que le duele; porque el calor sigue ahí, estallando como pequeños fuegos artificiales en su vientre, se retuerce, le nubla la vista, le nubla la voz, le nubla la vida y de pronto explota por completo, se siente morir, como una nuclear justo en su rostro y desfallece, se deja arrastrar por ti lentamente, respiración irregular, los brazos laxos, el cuerpo débil, y no queda nada del hombre que te golpeó más que el cabello rubio y el sudor. Lo acaricias hasta que el calor desaparece por completo, se esfuma de ti como haber estado encerrado mil años y de pronto ser libre y piensas, por fin, que quizá no deberías estar ahí hasta la mañana, pero te quedas quieto hasta que sale el sol y él se despierta, confundido, adolorido, desorientado, pidiendo respuestas que no le puedes dar. ¿Y las drogas? ¿Quién puso drogas en el licor? Las drogas no son malas para el cuerpo, sólo perturban la mente, la ciegan por completo y, por la mañana, quizá algo que no se quiera quedar en el pasado.

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