Categoría: slash
Género: angst, romance
Rating: T
Advertencias: travestismo, AU, chan, violencia, prostitución
Resumen: Libertad era su nombre cuando Tom le conoció.
Lucía tacones altos y sofisticados, el cabello largo y negro, suelto, enmarcando sus finas facciones. Aquellos ojos oscuros delineados y recubiertos por pestañas abundantes; una falda corta y una chaqueta de cuero. Sus labios rojos, su maquillaje intenso y el esmalte de uñas gris.
Su verdadero nombre era Bill; y le conoció una noche mientras transitaba por el parque del centro. Le coqueteaba con descaro, le contoneaba su respingado trasero, y le cobraba quinientos billetes.
Era prostituta...
Capítulos: I, II, III
No han despedido
a mamá.
No me enorgullece
ni me hace feliz ese hecho; el jefe de mamá ha estado viniendo mucho a casa,
trae alcohol y se queda hasta tarde. No quiero estar en casa por las noches…
mamá está demasiado ebria como para darse cuenta de cualquier cosa, y ese
hombre… no quiero siquiera pensar en él.
Me he encerrado
en mi habitación, pero el ruido puede llegar a ser insoportable. Ya no soy un
niño pequeño ¡sé lo que están haciendo, maldita sea!
Creo que
preferiría que la hubieran despedido.
+--+
Andy me ha
invitado a su casa.
Dice que puedo
quedarme con él si no quiero llegar a casa por las noches. Su mamá es una mujer
adorable, nos prepara bocadillos y nos deja escuchar música alto. Yo le agrado.
No sé si sepa qué tipo de relación tenemos Andy y yo, pero, por el momento, le
agrado.
Su papá trabaja
en el extranjero y le llama cada viernes. No lo conozco, pero me han dicho que
pasa por casa cada fin de mes.
No sé si debiera
quedarme con él, puedo ser una molestia y no me parece correcto… somos novios
(o algo así), pero aún tengo trece años y Andy, bueno, él es mayor ¿debería
parecerme extraño que no me haya pedido que tengamos sexo todavía? Es un chico
bastante sentimental.
No debería
quedarme con él… pero el jefe de mamá sigue viniendo, ella se sigue poniendo
ebria y creo que incluso la ha drogado.
Ayer ha tocado
con fuerza a mi puerta; me ha dicho cosas obscenas en las que no quiero pensar.
Quise salir por mi ventana, pero sólo he podido encogerme en mi cama y llorar.
+--+
Creo que nunca en
mi vida había estado tan duro.
Mamá me echó de
casa apenas llegué. Había tres hombres ahí que no había visto nunca antes;
puedo jurar que lo de la mesa de la sala era droga y la escena de ella en poca
ropa a la mitad del comedor se quedará grabada en mí hasta que tenga sesenta
años (si es que la vida es tan desgraciada como para dejarme vivir tantos
años). Preferí no decir nada y salí por culo antes de que ella terminara de
gritar su sarta de improperios.
El cuarto de
huéspedes estaba “desarreglado”, según la mamá de Andy, y he tenido que dormir
en el piso de la habitación de Andy… me he puesto duro de puro nerviosismo.
Sabía que no íbamos a hacer “nada”, él es un chico demasiado encantador… pero
un chico al fin y al cabo.
Nos besamos toda
la noche hasta que le rogué que me tocara ¡estaba demasiado duro como para
soportarlo! Se ha asustado y ha retrocedido, pero logré detenerlo. Él estaba
igual de empalmado. La sensación de su mano sobre mi piel caliente es
inigualable. Estoy seguro que no lo hice tan bien como él, pero tengo la
satisfacción de decir que ambos ensuciamos la pijama.
+--+
Me hubiese
gustado despedirme de ella…
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