jueves, 28 de agosto de 2014

Antes de nevar {TH}

Pairing: twinshido
Categoría: slash
Rating: K
Día 1-Shota
Número de palabras: 589




Está sentado en una banca mirando al cielo cuando, de reojo, los ve pasar. Le parece gracioso porque parecen una sola masa caminando así de juntos, con todos esos abrigos y tomados de la mano como van. Hace frío pero no ha empezado a nevar, así que como ya es un niño grande de diez años, su mamá lo dejó salir por ahora sin gorro, aunque se puso los guantes por propia voluntad.



Las pequeñas manitas se sostienen fuertemente a pesar de que casi se pierden entre los grandes guantes y Anis llega a pensar por un momento que quizá estén pegados, como los niños que vio aquella vez en televisión, entonces uno de ellos tropieza y el otro lo sostiene con toda la fuerza que tiene antes de que llegue al suelo; ellos no están pegados, se dice Anis.

Cabellos rubios salen por las orillas de sus gorros y sus naricitas se tornan rojas por el frío incluso debajo de la bufanda; están buscando un lugar donde sentarse, pero la noche anterior hubo una ventisca y todas las bancas están húmedas, así que Anis decide que, como es un niño grande y ellos no, quizá debería dejarles el asiento.



Se pone de pie y camina hacia ellos, un "hey" muy suave sale de sus labios y los dos juntos retroceden cuando se dan cuenta de que les está hablando a ellos, se ponen a la defensiva, uno detrás del otro y es cuando Anis se da cuenta que tienen los labios partidos, porque los han puesto en un puchero molesto, las cejas fruncidas, las mejillas infladas.



Se llaman Bill y Tom, se lo dicen después de que se guarde las manos en los bolsillos y les asegure que no pretende hacerles nada. Les ofrece la banca en la que él estaba sentado y el más pequeño, Bill, sonríe y le toma la palabra, jalando a su hermano de la mano de la que no se han soltado.

Son gemelos y están siempre juntos, no importa qué, porque cuando no están juntos, los otros niños del preescolar se meten con ellos. Ellos no quieren jugar con nadie más, tampoco les importa lo que otros piensen, ellos van a hacer algo grande cuando sean mayores, y Tom se lo dice con tal ímpetu que Anis termina por creerlo.



Una ventisca sopla más fuerte y hace que los pequeños cierren los ojos y se peguen más el uno al otro; Anis cree que son lindos, así que les regala un caramelo.

"Cuando alguien los moleste", le dice a Tom, porque parece sinceramente preocupado por lo que pueda pasarles, "patea su pierna justo aquí", señala su propia espinilla y le explica que si lo hace con mucha fuerza su agresor quedará tan adolorido que tendrá que usar las manos para sostenerse la pierna y entonces ya no podrá pegarles. "Si es muy grande, patea y corre". Y Tom asiente, escuchando con atención y sonriendo con el nuevo secreto con el que nadie nunca más podrá lastimarlos.



El día comienza a oscurecerse y parece que nevará esa noche, así que Anis manda a Bill y Tom de vuelta a su casa. Quietos en su asiento, los gemelos le dicen que se acerque, Anis no sabe para qué, pero lo hace de cualquier modo, entonces se cuelgan a su cuello y le besan las mejillas, una cada uno antes de saltar de la banca y correr calle abajo.

Anis tiene diez años, pero está seguro que le acaban de robar uno o dos besos.

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