domingo, 10 de junio de 2012

No fue por Tom {Tokio Hotel}

Categoría: general
Género: drama, angst
Rating: T
Advertencias: ligera mención twc, muerte de personaje 
Resumen: No venga usted hoy aquí a preguntarme por qué lo maté, porque no fui yo quien lo mató, lo mató su asquerosa devoción por un hombre que ve al resto de la humanidad como esclavos.






¿Por qué lo maté? Ahora me pregunta usted por qué lo maté, como muchos otros me lo preguntaron antes. Ya no puedo decir que no lo maté, ¿no? Es cierto, yo maté a ese hombre que hace tiempo me llamaba amigo.
Francamente no entiendo esa fijación de todos ustedes de querer saber el por qué. Saber el por qué no va a regresarlo a la vida, no remedia nada, él está muerto. Pueden decir lo que quieran de mí, maldecirme por el resto de sus días, eso no va a regresarlo a la vida. Espero que, habiendo pasado ya tantos (porque a mí me parecen suficientes) años, todas aquellas que se hacían llamar sus admiradoras, ya lo hayan superado. ¿No? ¡Pero qué me viene usted a contar! ¿Cómo pueden no haberlo superado todavía? Vamos, era sólo un simple músico; ni siquiera era el hombre del frente.
Oh, el hombre del frente… ¿Quiere usted realmente saber por qué lo maté? La razón en realidad es muy sencilla, si no se lo he dicho a nadie es por el simple hecho de que a nadie le atañen mis asuntos ni razones.

Yo maté a Tom. Tom Kaulitz murió de la mano limpia del que todos creían su amigo. Son cosas que pasan, no me mire con esa cara; cosas que pasan que únicamente le aumentan la popularidad a los artistas. Si esa banda de porquería hubiese continuado después de aquello, seguro que se habrían vuelto más leyenda de lo que ya son; pero no… “No podemos continuar sin Tom” dijeron “No queremos ningún otro guitarrista” dijeron “No puedo continuar sin mi hermano, él es mi todo” Eso dijo él… ¡Eso dijo él! ¿Tom era su todo? ¿¡Tom era su todo!? Ese hombre que esperaba que todos se pusieran sobre los charcos para poder pasar sus botas de tacón alto ¡No me haga reír!
No venga usted hoy aquí a preguntarme por qué lo maté, porque no fui yo quien lo mató, lo mató su asquerosa devoción por un hombre que ve al resto de la humanidad como esclavos.
¿Amar a sus admiradoras? Por favor, que me dará por soltar carcajadas y está prohibido aquí alterar el orden.

En una cosa estamos de acuerdo, fueron mis manos, de eso no hay duda, no tengo nada que decir al respecto. El problema no soy yo sin querer decir mis razones, sino ustedes que se empeñan en saberlas. Es la estúpida curiosidad humana, yo sé, la tuve también alguna vez. Murió con Tom, pero estuvo conmigo alguna vez. No puedes sentir más curiosidad una vez que has probado un poco del otro lado.
¿Sabe que no me arrepiento de nada? Ahora lo sabe, no me arrepiento. Pude haber perdido al que probablemente sería el mejor amigo que tendría jamás, pero hay una satisfacción que nadie puede arrebatarme, y se la restregaré a él por toda su afeminada cara si es que alguna vez se digna a venir a verme y preguntarme directamente por qué maté a su amado hermano después de tantos años de amistad. El único placer que obtuve fue verle morir. Ser el único ahí cuando la luz de sus ojos se extinguió entre mis brazos, mirándome fijamente y sin comprender, con el perdón que no le estaba pidiendo, ahí, tácito para que yo lo tomara; aun cuando él estaba aterrado, ¿sabe? Él no quería morir, yo lo sabía, me lo dijo una y otra vez cuando me abalancé sobre él “¡No quiero morir, no quiero morir!” gritaba, me pedía que no terminara con su vida. Yo sé que él tenía mucho por hacer aún, y estuve a punto de ceder, ¿sabe? No, no sabe. Estuve a punto de ceder porque él era mi amigo, mi amigo de verdad. Yo le quería. Nadie logra entender cuánto de verdad le quería…
Estuve a punto de ceder ante sus súplicas, mirando sus ojos profundos y tan transparentes como siempre, demasiado sinceros para ser humanos. Fue por eso que no me detuve, por sus ojos. Era imposible no mirar a ese hombre a los ojos y saber sus verdaderos deseos. Él no quería sobrevivir por todas las cosas que no había hecho, no; no le importaban en lo más mínimo todos esos pendientes a realizar, no. ¡No quería morir porque su hermano se iba a quedar solo!
Se habían prometido morir juntos, ¿no le parece encantador? Si Bill… agh, Bill. Si Bill hubiese hablado realmente enserio estaría muerto ahora y no donde está. Por cierto… ¿Dónde dice usted que Bill está? No, déjelo, no me interesa saberlo, sé que no está sufriendo por Tom de cualquier manera. Bill y su hipocresía “Moriremos juntos” Claro. “Lo imagino así”, ¿recuerda usted esta frase? “Lo imagino así: si estuviéramos los dos frente a un precipicio y uno tuviera que saltar, saltaríamos juntos” ¿Lo recuerda? Me imagino que debió haberlo escuchado alguna vez, no finja, yo sé que usted los amaba tanto como todas aquellas niñas hormonadas, nadie más me pregunta el porqué de haber asesinado al guitarrista de Tokio Hotel. “¿Por qué no al baterista?” Me dijeron algunas y me tuve que burlar en su cara, ¿qué me ha hecho a mí Gustav? Nada en absoluto. Sí, yo sé que he dicho que Tom tampoco me ha hecho nada, pero ya le he dicho también que no fue por Tom. No fue por Tom…
Si recuerda aquella frase, déjeme decirle que no era más que una vil mentira salida de esos labios; si Tom la hubiera dicho habría sido diferente, la hubiera creído. Pero no la dijo él.

Creo que estoy desvariando, quizá quiera usted llamar al médico para que me dé mi medicina. Gracias.
No me gusta estar en este sitio, ¿sabe? No es un lugar que se pueda considerar realmente agradable, con todos estos locos sólo porque uno ríe como desquiciado de cuando en cuando mientras asesina a un famoso. La ironía de la oración, deme aquel vaso con agua para tragar estas pastillas. Es un lugar que constantemente huele a medicamento y tiene uno que soportar a los pasantes que le miran con condescendencia.
¿Le cuento una anécdota graciosa? Han intentado asesinarme aquí un total de tres veces. La tercera es la vencida, es por ello que ahora nos vigilan mientras habla usted conmigo. Le digo que no tenía un motivo contra Tom. En realidad no me apetece decirle mis motivos, ¡no me haga esa cara! Era una simple broma, se ha tomado usted muchas molestias para llegar hasta acá. Supongo que ya es tiempo de soltarlo, dejarlo ir.
No sé cuánto tiempo me queda de vida… ¿Qué si estoy desahuciado? No, no, ¿cómo va a creer usted eso? Aún tengo karma que pagar. Es sólo que uno nunca sabe en qué momento va a morir, ya ve usted Tom, no se lo esperaba. Perdone que me ría, sabe que me causa gracia pensar en él de vez en cuando; no crea que no lloro también, he llorado por él largo y tendido, era mi amigo.

Mi único placer es haber sido el único presente mientras se apagaba la luz de sus ojos. ¿Quiere saber por qué? Porque Bill hubiese deseado estar a su lado en ese momento para darle consuelo, pero no lo estuvo y cargará con ello el resto de sus días: No estuvo ahí cuando su hermano más lo necesitaba.
Pobre Tom, seguramente hubiese significado mucho más para él que para Bill haber estado juntos en aquel momento. Una lástima que no se conformara con mi presencia aunque éramos tan buenos amigos.

¿Va usted a ver a Bill cuando salga de aquí? Por favor dígale que él es el asesino. No se lo cuestione demasiado, si Tom está muerto es por culpa de su hermano.
¿Vio usted alguna vez a ese hombre? Pero qué digo, ¡claro que lo vio! El estereotipo de perfección de tanta gente, el maldito ideal. Un hombre despreciable, y se lo dice un asesino. No, no haga esa cara ante mí, ¡Bill era un humano despreciable! ¡Más que cualquier humano normal! Yendo por el mundo lleno de maquillaje, de tacones de plataforma, peinados extravagantes, espalda recta y la cabeza siempre erguida. Dígame que ya no camina con la cabeza erguida, deme esa satisfacción.

Usted no sabe… todos ustedes vienen y despotrican contra mí sin saber absolutamente nada ¡Ninguno de ustedes sabe nada! Todos están encantados por ese porte de suficiencia de hijo menor Kaulitz. Escoria humana.
¿Sabe que él fingía todo el tiempo? No creo que se atreva a hacerlo ya, pero lo hacía entonces, todo el tiempo, todo el tiempo diciendo en televisión que amaba a sus seguidoras, que amaba a los animales, que amaba a blablablá ¡Él ni siquiera era capaz de sentir amor! ¡Tom lo amaba! Tom lo amaba con locura, estaba desquiciado por Bill y Bill simplemente iba por la vida haciendo todo lo que le venía en gana porque todos estaba por debajo.
Yo no dije en ningún momento que él no hubiera sufrido también, y no, no son celos los míos, es sólo realismo, usted no convivió como yo. Andreas, el único mejor amigo de los Kaulitz que no estaba en la banda. Yo, el que aparentemente vivía en sus sombras y del que todos dicen que lo único que hice todo el tiempo que estuve a su lado fue planear su destrucción ¡Por favor! Eso suena dramático incluso para mí. No, yo no tenía nada en contra de ellos en realidad; no hasta que Bill comenzó a ser Bill de verdad. Vil de verdad. ¿Ha visto? Juegos de palabras, es lo único que puede hacer uno aquí sin volverse loco (¡En un manicomio!).

Yo sólo quería ver azotado a ese hombre por la realidad, eso era todo.
Dígame, ¿ha cambiado él? Si ahora está recluido en su casa entonces estoy satisfecho. No merece que el resto del mundo lo vea en su desgracia. Si Bill Kaulitz no puede ser perfecto, ¿entonces quién podrá serlo? No, no quiero a la humanidad escandalizada.
Tom debe estar ahí... no es que crea en fantasmas, pero Tom prometió que no le dejaría solo y ¡Maldita sea! ¡Estoy seguro que incluso la muerte se detiene a cumplirle sus caprichos a ese intento de hombre! No, no se equivoque, no necesito clases de control de ira, es sólo que no concibo el porqué de estar tan maravillados con ese espécimen. Todo giraba a su alrededor, ¡todo! No había cosa que él quisiera que no le fuera entregada.

Tiene usted razón de preguntarme eso. ¿Por qué Tom y no Bill si es, al parecer, él al que desprecio?
Vamos, ¡no puede ser tan ingenuo! Piense, piense; es usted el único al que el bastardo de Andreas le ha dirigido más de dos palabras acerca del tema, siéntase halagado y no deje que lo agobie su estupidez humana.
¡Eso! Sabía que tener paciencia daría sus frutos. No los dio con Bill, intenté ser paciente todo el tiempo, por no resultó en nada. Me gusta cómo lo dicen aquí: “Simplemente, enloqueció” Eso hice, ¡enloquecí de frustración! Quise golpear su hermoso rostro pero eso probablemente habría sido demasiado cruel, por eso maté a su hermano. No tenía intenciones de realizarle daño físico, yo sólo quería que entendiera que no todos estábamos dispuestos a él de todas las formas.
También Tom merecía ser castigado. ¿Dónde debía recaer mi locura si no era en el hombre que le enseñó que debía ser perfecto y todo lo merecía? No era un Dios, pero era tratado como tal.

Me ha entrado el sueño, retírese de mi acolchonada celda. ¿Qué?, no, no tengo nada más por decir, sólo déjeme tranquilo. Yo no maté a Tom, yo no maté a Tom, ¡yo no maté a Tom!
Si repito eso una y otra vez no se vuelve más real, pero sí hace pensar al resto que estoy un poco más loco y así no tengo que salir de aquí. Pero yo no lo maté…
Es mejor que se retire, los hombres de seguridad no suelen dar en realidad tanto tiempo para conversar con los “enfermos”.
¿Va a ver a Bill? Dígale por favor que lo estoy esperando. De aquí no me muevo, que soy yo el que tengo lo que de Tom él quiere.
Tenga un buen día; estreche mi mano, no tenga miedo, no muerdo. Tenga un buen día y no olvide decir a Bill que aquí lo estoy esperando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario